lunes, 7 de mayo de 2018

Toneladas de Mejillones a cambio de un atardecer - Canto Grande - Santa Catarina - Brasil

Desde una punta a la otra, por la empedrada Rua Jequitiba, se puede ver el mar, de un lado la playa de Mariscal, del otro, el muelle de Canto Grande. Caminamos hacia el, como imantados, era el lugar que me habían recomendado para ver el atardecer en la península.
Todo lo que se percibía era para foto instantánea, perfectos colores, contrastes, composiciones. Los lugareños muy tranquilos se acomodaban, en cámara lenta.
Mientras seguía esperando que pasen los minutos para la puesta del sol, aunque se estaba nublando, se hacia cada vez mas fuerte un bullicio bajito, el choque de maderas, de chapas, y un motor de camión que estacionó en la orilla como dando comienzo a la labor.
De un segundo a otro de a dos pescadores por bote, quienes debieron apretar su botón de ON en la espalda, comenzaron un trabajo automatizado, prolijo, organizado, sinfónico de recolección, lavado,  y traslado a ese camión de cajones y cajones de mejillones.
Manos duras, pieles ásperas, espaldas fuertes, sonrisas que cuestan, miradas que traspasan.

Los pescadores del puerto de Canto Grande realizan este trabajo durante todos los días del año para dos empresas. son 20, que se agruparon para tener un poco mas de ganancia. Los crían ellos mismos. Mas de 1,3 millones de toneladas al año.Me ofrecieron llevar medio cajon por 20 reales. el trabajo que vi no duro mas de una hora y media. Se tomaron unas cervezas, se hicieron algunas bromas...
OFF.
































1 comentario:

  1. Como te dije muchas veces. Haces que las fotos hablen!!!

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