Solo dos horas me deje llevar por las callecitas y escaleras del Cerro Concepción en Valparaíso, Chile.
Dos minutos me elevaron (el ascensor es de 1883) en un "cuasi viaje del tiempo" de un puerto muy activo (bote, lancha, barco, crucero, de pesca, guerra, comercio, turismo) a una ciudad de color, de olor a sal, de ensueño, de películas encantadas.
Dos segundos me bastaron para pensar en que aunque recién había llegado ya quería volver a este fantástico lugar.
Hoteletitos, restaurantes que derramaban romanticismo, graffitis que cuentan historias como guías de turismo, gente amable, tranquila, y turistas de mochilas grandes y cámaras más gigantes aún, acá va, todo lo que pude captar en solo dos horas, es poco si, pero es a propósito porque tengo que volver...